Introducción a El Hierro
El Hierro es una de las Islas Canarias ubicadas en el Atlántico. Era considerada la isla más pequeña y menos poblada del archipiélago, hasta que en 2018 La Graciosa fue renombrada como la octava isla, pasando El Hierro a ser la segunda más pequeña.
Este pequeño territorio destaca por haberse convertido en la primera isla del mundo en abastecerse completamente de energías renovables, lo que permitió que fuera declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el año 2000.
Asimismo, El Hierro se ha convertido en la primera smart island del mundo, gracias a su acceso wifi en casi todos los rincones que conforman la isla.
Por todo ello, si lo que buscas es alejarte de las masificaciones turísticas, pero a su vez quieres beneficiarte del sol y del mar, disfrutar de la mejor gastronomía local, conocer el fondo marino que nos rodea, pasear entre paisajes naturales, y apreciar unas vistas como ninguna otra, el Hierro es el destino perfecto que solo te dejará con ganas de más.
En este artículo te recomendaremos nuestros lugares favoritos de la isla para que puedas conocerla en profundidad, sin importar los días que decidas quedarte.
Eso sí, cabe destacar que una de las razones por las que la isla de El Hierro es conocida se debe a las maravillas que encontramos en su fondo marino, por lo que si estás pensando en venir a disfrutar de las inmersiones, recomendamos que tengas previsto estar dos o tres días más para que puedas conocer el resto de la isla sin problemas.
ACLARACIONES
Conectividad & Transporte
Ahora bien, antes de introducirte estos lugares tan emblemáticos y característicos de nuestra isla, es importante realizar unas pequeñas aclaraciones que podrán ayudarte a la hora de reservar el viaje.
Entre ellas, nos gustaría mencionar que una de las pocas desventajas con las que cuenta esta isla es su escasa conectividad.
No existen vuelos directos a El Hierro desde la Península, sino que se debe pasar por los aeropuertos de Gran Canaria o Tenerife para llegar a ella. Tendrás la opción de viajar tanto en barco, como en avión, ofreciendo cada una de ellas sus características ventajas, como desventajas.
El avión te permitirá llegar a Valverde, capital de la isla, en apenas 43 minutos desde Tenerife, y en unos 55 minutos desde Gran Canaria. El precio del vuelo dependerá más de la compañía en la que decidas viajar, que de la fecha.
En este caso, recomendamos la línea low cost, Canaryfly, con la que conseguirás vuelos por mucho menos de la mitad que con otras compañías.
A pesar de la rapidez que te proporciona el vuelo, la desventaja reside en que te priva de viajar con coche. El Hierro es una isla pequeña, pero tardarás al menos tres días en recorrerla al completo, y el coche siempre es la vía más cómoda y rápida.
Si bien es cierto que está la opción de alquilar uno a tu llegada, la isla cuenta con líneas de autobuses que te permitirán desplazarte entre los distintos municipios, teniendo acceso a ellas independientemente de si atracas en el puerto o aterrizas en el aeropuerto.
El horario de salida de los autobuses varía entre 15-40 minutos, y hay algunas líneas que tienen diferentes horarios en función de los meses en los que decidas viajar, por ejemplo, la Ruta 4, que recorre la Circunvalación de la Frontera, tiene un horario diferente durante los meses de verano (De julio a septiembre).
Aún así, pillar el autobús es una opción bastante accesible para todos, y cuenta con una serie de bonos para que puedas elegir la mejor opción acorde a tus planes de estancia.
La otra opción para llegar a El Hierro es yendo en barco desde el puerto de Los Cristianos en el sur de Tenerife, con la compañía Naviera Armas. Cuenta con 6 viajes al día en diferentes horarios con una duración de unas 3 horas, y facilita la opción de viajar con coche.
Es importante recordar que aunque viajar con coche es lo más cómodo, el transporte público siempre será la mejor vía si queremos reducir el impacto de nuestra huella ecológica en el destino.
15 LUGARES IMPRESCINDIBLES QUE VER EN EL HIERRO
¡Ahora sí! Una vez echas las aclaraciones, pasamos a destacar nuestros rincones favoritos de este precioso rincón de las Islas Canarias. Todos ellos cuentan con sus peculiaridades que te harán sentir lo especial que puede llegar a ser esta increíble isla.
El Faro de la Orchilla.
Comenzamos con el Faro de la Orchilla porque se merece la primera mención especial. Todo aquel que lo visita coincide con que es el mejor lugar de la isla para contemplar el cielo, gracias a la tranquilidad que proporciona estar frente al océano Atlántico.
Además, se ha considerado oficialmente como uno de los 10 mejores sitios de España para contemplar la puesta de sol, lo que lo convierte en una visita imprescindible si se viaja a esta isla.
Geográficamente, el faro está ubicado al oeste de la isla, pero es un expresión común de la zona decir que está <en medio de la nada>, pues para llegar a él hay que atravesar una carretera diminuta, que en el último trecho del recorrido deja de estar asfaltada.
Es de fácil acceso en coche, pero en la parte no asfaltada hay que ir despacito, algo que se suele agradecer porque de esta forma, disfrutas más las vistas.
La Dehesa de Sabinosa.
A este lugar se entra por el Santuario de la Virgen de los Reyes, patrona de la isla, y al igual que en la ruta del Faro de la Orchilla, se puede acceder en coche perfectamente.
Sin embargo, cabe destacar que esta ruta es preferiblemente hacerla a pie, pues es mucho más bonita y se disfrutará mucho más de los senderos y las vistas que, yendo en coche, no se apreciarán en su totalidad.
Desde La Dehesa se accede a El Sabinar, y por toda la historia que tiene este lugar, se ha convertido en uno de los lugares favoritos para visitar. Aquí, se pueden encontrar varias sabinas dobladas por la fuerza del viento que representan para esta isla la adaptación a condiciones adversas.
Es importante que tengas en cuenta que son monumentos muy preciados y queridos por la rareza de su composición, por lo que, debido al trato que recibían de los turistas se ha optado por proteger sus ejemplares.
La más famosa de ellas ya está protegida por unas cuerdas, para evitar así que nos acerquemos y la dañemos.
Por otro lado, es súper interesante destacar como esta Sabina herreña recién mencionada, fue portada en el disco del exguitarrista de Queen, Brian May, quién también expresó su frustración ante el trato que estaba recibiendo por parte de los turistas.
El árbol Garoé.
El árbol Garoé es conocido también como el árbol sagrado de El Hierro. En El Hierro, no existen ni fuentes, ni manantiales, ni ríos, lo que hace aún más especial la historia de este emblemático árbol.
La adoración que le prestaban los bimbaches, antiguos pobladores de la isla, viene dada por sus hojas, capaces de recoger el agua suficiente para abastecer a toda la población.
Tristemente, en el s. XVII fue derribado por un huracán, y no fue hasta el año 1949 que se sustituyó por el que actualmente podemos apreciar hoy.
Este lugar cuenta con un centro de interpretación en el que podemos encontrar toda la información relacionada con su importancia histórica y arqueológica.
Si te gusta el senderismo, este lugar es el indicado para disfrutar de un viaje en el tiempo, recorriendo la maravillosa historia de este lugar sagrado, pues, los herreños le tenían tanto cariño, que crearon en su honor un sendero de 16 kilómetros, llamado La Ruta del Agua y que comienza y acaba en San Andrés, con el objetivo de informar a la población y a los turistas sobre la historia del agua en la isla.
El Mirador de La Peña.
El mirador de La Peña es el mirador más visitado de toda la isla por las espectaculares vistas que nos brindan a cualquier hora del día, pero sobre todo, por el atardecer tan sinigual que nos deja ver, y que no se puede apreciar de la misma forma desde casi ningún otro punto de la isla.
Sus 700 metros de altura nos regalan unas maravillosas vistas al valle de El Golfo, así como los Roques de Salmor, y los viñedos y frutales que se extienden hasta la costa.
Este mirador se encuentra al norte de El Hierro, en una localidad llamada Guarazoca. Viene de la mano con un restaurante denominado “Restaurante mirador de César Manrique”, y ambos fueron construidos por dicho arquitecto.
Gracias a su construcción basada en materiales naturales como piedras y madera, así como su ubicación rodeada de jardines, este lugar tiene un encanto peculiar que, si ya has viajado a Lanzarote, lo notarás en seguida, pues es la isla natal de este arquitecto.
Además, está exclusivamente diseñado para que aquellos que visiten el mirador de La Peña, puedan degustar la mejor comida local, así como los más diversos cócteles de la isla.
El Mirador de Jinama.
El mirador de Jinama es otra increíble obra que nos dejó César Manrique, lo que desde un principio, nos da entender como su localización está completamente integrada en la naturaleza.
Al igual que el mirador de La Peña, este también nos deja una maravillosa vista hacia la zona de El Golfo, pero lo más especial de este mirador, es que a sus 1230 metros sobre el nivel del mar, nos regala una vista de la Palma como en ningún otro punto de la isla.
Está localizado en el centro-este de la isla, y da comienzo a uno de los senderos más antiguos de El Hierro, el Camino de Jinama, cuyas sendas nos guían hasta La Frontera.
El Mirador de Las Playas.
Localizado al norte de la isla y a 20 minutos conduciendo desde Valverde, este mirador nos proporciona unas vistas frente al mar desde a más de 1000 metros de altura.
Desde aquí, se pueden divisar algunas de las escasas playas que conforman la isla de el Hierro. A lo lejos, también se puede apreciar el Parador de Turismo de El Hierro, así como el increíble Roque de La Bonanza.
Lo especial de este mirador es que, si tenemos suerte y pillamos un día sin niebla, también podremos vislumbrar las maravillosas curvas de Tenerife y La Gomera, que nos dejarán sin habla.
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Disfruta de una ruta especial por las lavas volcánicas de la isla de El Hierro que nos permitirá admirar un paisaje único de las Islas Canarias.
Si quieres vivir una experiencia única y respetuosa con el medio ambiente, y además conocer de la mano de un guía uno de los paisajes naturales más significativos de la isla más joven del archipiélago., reserva tu plaza para una visita con guía.
Cala de Tacorón.
Los charcos con aguas cristalinas se tratan de una de las mejoras cosas que el Hierro puede ofrecer, pero un mar calmado para relajarse en esta hermosa isla como el Tacorón también vale la pena visitar.
El Hierro es la isla con la que menos playas cuenta en comparación con el resto del archipiélago canario, pero la Cala de Tacorón es, sin duda, una de las mejores.
Está situado en el suroeste de la isla, y su encanto reside en que cuenta con el mar más calmado durante todo el año.
Es una pequeña playa que te deslumbrará con su contraste de colores, gracias al azul del mar que se mezcla con el color negro de la arena.
Esta playa es de fácil acceso a través de la carretera, hasta el punto en el que puedes planear alguna ruta que salga o termine en este lugar.
La Restinga.
Una vez mencionado el Tacorón, es imprescindible que nombremos también el pueblo de La Restinga.
Aquí, podrás disfrutar del pescado más fresco que jamás hayas probado, así como de gozarte un día de relajación en las playas y las piscinas naturales próximas.
La Restinga es el punto más al sur, no solo de El Hierro, sino también de toda España. Es el lugar perfecto si buscas sumergirte en el fondo marino que nos rodea, pues aquí habrá numerosos clubs de buceos que te permitirán explorar el famoso Mar de Las Calmas.
Además, no solo te alejarás de los grandes núcleos turísticos, sino que el espigón del puerto convierte esta zona en el lugar ideal para disfrutar de un día en la playa en familia.
El charco azul.
Cabe decir que el charco azul, es una de las zonas de baño de la isla que difícilmente se puede describir con palabras.
Su nombre delata las maravillas que tiene que ofrecer y es NECESARIO viajar hasta aquí y poder admirar la belleza de este lugar, considerado de los más espectaculares de todo el archipiélago.
Situado en El Golfo, representa una de las múltiples formas que dejó la lava, obsequiando a la isla con sus aguas turquesas y protegidas por un roquete esculpido por el propio mar.
Es de fácil acceso a pie, pero cuenta con la desventaja de que, al ser el charco más conocido de la isla, es difícil encontrar la tranquilidad en él.
Sin embargo, es totalmente imprescindible que te des un baño en sus aguas cristalinas, pues un lugar así nacido de la propia naturaleza, no encontrarás en muchas partes.
La Maceta.
Junto al Charco Azul, La Maceta sea probablemente la piscina natural más concurridas de la isla. Ubicada al norte, se trata de un espacio formado por una gran piscina natural que conforma el lugar ideal para disfrutar de un día en solitario, con amigos o en familia, pues cuenta además con un charco más pequeño para que los más pequeños disfruten y no estén pendientes de la intimidad del océano.
A diferencia del Charco Azul, donde la comodidad para tumbarse al sol no es una de sus cualidades, La Maceta cuenta con una zona de picnic y asaderos, además de un parking de fácil acceso.
Han sido adaptadas con escaleras y barandillas para permitir un mayor acceso, así como para asegurarse también de la seguridad de los visitantes.
En definitiva, es un rincón esculpido por la naturaleza que no sólo satisface el mayor de los caprichos para un día soleado, sino que también es el mejor plan para desconectar gracias al sonido relajante de las olas, así como el emblemático paisaje que la rodea.
El Roque de La Bonanza.
El Roque de la Bonanza, otro lugar imprescindible para visitar y que se hace conocer por ser uno de los iconos naturales de El Hierro.
Se trata de una formación rocosa de 200 metros de altura sobre el mar que ha sido erosionada y moldeada por el agua y el viento.
Es obvio que no tiene una figura fácilmente interpretable, por lo que se ha convertido en tradición que cualquiera que pase por aquí, pueda pasar el rato jugando a darle algún sentido.
Se encuentra al suroeste de la Isla, en la bahía conocida del Monumento Natural de Las Playas, y su peculiar nacimiento a raíz de la actividad eruptiva del volcán Tiñor, comenzó a formar parte de la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos en el año 2000.
Los Roques del Salmor.
Una vez más, si lo que buscamos es apreciar las pequeñas peculiaridades que esta isla volcánica nos ha dejado, Los Roques del Salmor son una de tus paradas aseguradas.
La localización de sus roques te hace pensar que parecen cuencas desprendidas de un collar a la orilla del acantilado, lo que ha convertido esta zona en un tesoro natural que sirve de protección para las aves marinas y el famoso lagarto gigante de El Hierro.
Está situado entre los municipios de Frontera y Valverde, y ha sido catalogado como Zona de Especial Protección para las aves, pues en él, residen algunas especies en peligro de extinción que utilizan esos pequeños roques para nidificar.
La Caleta.
La Caleta se trata de un pequeño pueblo localizado en la costa este, que brinda la oportunidad de pasar el día en sus tres piscinas artificiales de diferente profundidad para que cualquiera pueda disfrutar a la carta de la que más le apetezca.
Además, cuenta con acceso al mar abierto para que aquellas personas amantes del buceo puedan sumergirse en las profundidades de un rincón apenas conocido del océano Atlántico, y para que los amantes de la pesca disfruten de un día soleado al mejor estilo herreño.
Eso sí, la marea juega un importante papel, pues aún si las piscinas son artificiales, se llenan con el agua del mar. Además, si la marea está muy alta, no será posible sumergirse en el fondo marino para bucear.
A pesar de eso, se encuentra en una buena localización rodeada de yacimientos arqueológicos que hacen la visita mucho más interesante.
El Tamaduste.
El Tamaduste es un pequeño pueblo herreño situado en Valverde, que cuenta con otra piscina natural que nos hace recaer una vez más en la enternecedora belleza que conforma la isla.
Es una de las zonas de baño más apetecibles que ofrece El Hierro, protegida del mar y con pequeñas áreas de arena claves para disfrutar de un día de relajación.
Es un pueblo precioso, acogedor y tranquilo, y en el que nos encontraremos rodeados de un entorno natural apenas tocado por la tecnología y las máquinas.
Además, también destacamos la Ruta con el mismo nombre, que comienza en el Mirador de la Peña y desemboca en este maravilloso lugar, en el que no te privarás de las increíbles vistas al mar que sólo nos regala este sendero.
El Charco Manso.
El Hierro es una isla que destaca por el encanto de sus charcos, y ciertamente, gracias al arco volcánico que conforma el Charco Manso, así como sus distintas zonas de baño, este probablemente sea uno de los más imprescindibles de la visita.
Este charco es poco frecuentado, lo que nos da la ventaja de disfrutarlo en su totalidad y con tranquilidad.
Podemos elegir bañarnos en una de las piscinas más grande si estamos en familia, o incluso en una piscina más privada para una o dos personas.
Es uno de los lugares que te hechizará en cuanto lo veas, pues sus aguas cristalinas y su mar siempre en calma, nos proporcionarán un momento de paz y relajación que difícilmente hallaremos en otro lugar.
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